La Virgen milagrosa

Desde la época prehispánica, el Tepeyacac había sido un centro de devoción religiosa para los habitantes del valle de México. En esta eminencia geográfica localizada en lo que fuera la ribera occidental del lago de Texcoco se encontraba el santuario más importante de la divinidad nahua de la tierra y la fertilidad. Esta diosa era llamada Coatlicue (cóatl-cuéitl, ‘señora de la falda de serpientes’, en náhuatl), que por otros nombres también fue conocida como Teteoinan (téotl-nan, ‘dios madre’, o madre de los dioses, en náhuatl), Toci26​ o Tonantzin (to-nan-tzin, ‘nuestra adorable madrecita’, en náhuatl), nombre que le fue dado posteriormente por los indígenas. El templo de Toci fue destruido completamente como resultado de la Conquista.

Conocedores de la importancia religiosa del santuario indígena del Tepeyac, los franciscanos decidieron mantener en el lugar una pequeña ermita. La decisión de mantener una ermita ocurrió en el marco de una intensa campaña de destrucción de las imágenes de los dioses mesoamericanos, a los que se veía como una amenaza para la cristianización de los indígenas.​ Se cree que uno de los primeros registros sobre la existencia de la ermita corresponde a la década de 1530 Since pre-Hispanic times, the Tepeyacac ​​had been a center of religious devotion for the inhabitants of the valley of Mexico. In this geographical eminence located in what was once the western shore of Lake Texcoco the most important sanctuary of the Nahua divinity of earth and fertility was. This goddess was called Coatlicue (cóatl-cueitl, 'Lady of the Serpent Skirt' in Nahuatl), which by other names was also known as Teteoinan (teotl-nan, "god mother" or mother of the gods, in Nahuatl ), Toci26 or Tonantzin (to-nan-tzin, 'our adorable little mother', in Nahuatl), a name that was later given by the Indians. Toci temple was completely destroyed as a result of the Conquest.

Knowing the importance of indigenous religious sanctuary of Tepeyac, the Franciscans decided to keep in place a small hermitage. The decision to maintain a hermitage occurred in the context of an intense campaign of destruction of images of Mesoamerican gods, which was seen as a threat to the Christianization of the natives. It is believed that one of the first records on the existence of the chapel corresponds to the 1530s